jueves, 12 de abril de 2012

El cielo de esta mañana tiene el color del ayer.
Persigue desaforada las marcas de su recuerdo sobre mi piel.
En unos ojos perdidos viven ojeras sin maquillar,
y en este roto destino mi alma se fue moviendo a otro lugar.

Y eso que ves también soy yo,
el vacío que deja la noche y la desilusión.

Si esta tormenta dejó solo tristeza,
si este silencio me aturdió la cabeza,
ya me ganó la depresión por knock out
y las noches de insomnio violentas me quieren matar.

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